martes, noviembre 10, 2009


No me acuerdo qué día fue, pero era gris, asquerosamente gris, devastadoramente gris, y yo cruzaba Scalabrini Ortiz, mejor dicho esperaba que el semáforose pusiera en rojo. Al lado mío una señora mayor, con un pañuelo en la cabeza, esperaba también poder cruzar. Me miró, dio unos pasos hacia adelante (el semáforo en verde), me volvió a mirar y me dijo: -No, mejor no, vamos a vivir un día más. Instantáneamente me desconecté, verla a ella, el cielo tan plomizo, y yo arrastrando mi propia vida por todo este asqueroso tiempo. Me hizo feliz ver a esa señora y además me dijo buen día.
La amé por unos minutos, y ahora es raro el proceso, se queda en mis recuerdos y en mis esperanzas de volverla a cruzar alguna vez.

lunes, noviembre 02, 2009


Unos ojos perdidos vagan en la superficie negra de un vaso de vitriolo...